Jordi Santamaría

Director del Área Humanidad

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¿Hasta qué punto la comunicación es 100% sostenible?

El postureo ha llegado a su punto máximo en la era de la sostenibilidad. Y, seguramente, tras esta primera premisa, estaréis pensando en todos aquellos que suben stories reciclando, pero que una vez la publican, tiran el vaso de plástico en cualquier lugar. Pues también. Pero en este caso, me refiero a la moda que ha nacido entre corporaciones -y muchas de ellas grandes- de mostrarse como sostenibles, porque los tiempos lo ordenan, pero solo de puertas hacia fuera.

Es lo que se ha denominado greenwashing, ese arte de decirle al mundo “soy ecológico”, por ejemplo, cuando uno no lo es tanto. ¿No es un poco paradójico que se invierta más dinero en comunicarlo que en aplicar acciones reales? Lo es y mucho, pero esto no es nuevo en comunicación.

El problema de fondo, valores y ética a parte, es que todavía no hemos entendido que hay que comunicar con la esencia, y no solo la esencia. Porque si una empresa, pongamos el caso, realmente hace políticas sociales, estas se acabarán comunicando solas o con un esfuerzo monetario mucho menor. Es pura lógica. Lo que sucede dentro de tu negocio es más fácil de transmitir que lo que no sucede.

Consejos vendo que para mí no tengo

Imaginad que una organización se enorgullece a través de medios y redes de la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres. Pero, en verdad, esa organización aún apuesta por ascender a puestos directivos, principalmente, a hombres, o no colabora con una mujer que acaba de ser madre a conciliar su vida laboral. Es posible que su propia campaña le acabe salpicando negativamente.

Así que primero, empresas amantes del cambio cultural y social, haced un lavado, sí, pero interno. Aplicad políticas sostenibles o inclusivas entre vuestros productos y estructuras, y después comunicadlas. O quizá se os comuniquen solas.

¿Cómo hacer una empresa sostenible? Ideas, acciones y medidas

Porque no hay mejor comunicación que la que os podrán hacer hoy en día vuestros trabajadores en un ejercicio de employee branding que no tiene precio de lo barato que os puede salir. No como una campaña puntual sobre un tema social al que os habéis sumado para mejorar vuestra reputación. De esas que pican al bolsillo, duelen a los trabajadores por incoherentes y os pueden acabar suponiendo el mayor coste que puede haber en comunicación: una mala reputación por decir que eres lo que no eres. Es aquello tan viejo de consejos vendo que para mí no tengo.

Ejemplos y casos de marcas y empresas sostenibles

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El gran estudio de mercado (ético)

Juntar en un mismo titular las palabras estudio, mercado y ético no invita a un atractivo artículo. Lo sé. De ahí el uso del paréntesis para darle un punto estético diferencial para que vosotros accedáis a su lectura. Veremos si funciona, porque por suerte, gracias a las herramientas que nos dispone el mundo digital, podré saber cuántas personas han dado clic, cuánto tiempo han pasado en la página y si lo han compartido o no. Entre otras informaciones. ¡Menudo control!, dirán los unos. ¡Qué lujo!, exclamarán los otros.

Los que he llamado “los unos” podrían ser ciudadanos digitales de la actualidad, que se sorprenden y preocupan por el grado de conocimiento que las empresas tienen sobre ellos. “Los otros”, en cambio, serían los publicistas jubilados hace años que nunca tuvieron la suerte de acceder de una manera tan directa a estos datos. Y, entre ambos, los community managers que cada día (o cada hora) se dedican a transmitir a sus targets lo que sus compañías hacen y deshacen.

Estos últimos, y sus superiores, a veces no son conscientes del gran estudio de mercado que son las redes sociales. Lo saben, sí. La teoría siempre se conoce. Pero no son conscientes. Creo que se valora poco toda la información que nos ofrece el mundo digital sobre nuestros clientes, tanto los que están, como los que se fueron, como los que vendrán. Y no solo se valora poco la información, sino también algo aún más importante: la comunicación. Es decir, ese lujo que nos da el mundo digital de hablar directamente con las personas. De conocerlas, de ser amables, de dar las gracias y de pedirles perdón. En definitiva, de comprenderlas.

Las redes sociales son el mayor estudio de mercado que se haya inventado jamás

Porque este estudio de mercado va más allá de los visitantes únicos y las visualizaciones. Y, por supuesto, de lo que no va es de la compra y venta de información y de cómo se usan herramientas y técnicas para mostrarnos lo que a las grandes instituciones les interesa (aunque se suele decir, erróneamente, lo que a nosotros nos interesa). No. Este estudio al que me refiero es ético. No engaña. Simplemente se nutre de lo que los usuarios de nuestras redes nos muestran a través de likes, comentarios, comparticiones y mensajes privados. Y, claro, también mediante visitas e impresiones de página. Pero eso no hace daño a nadie. Al revés. Con estas interacciones y datos podemos ofrecer una mejor comunicación a nuestros clientes, incluso un mejor producto.

Las redes sociales son el mayor estudio de mercado que se haya inventado jamás. Y encima se puede usar para un bien común. Solo tenemos que ser conscientes a diario y ganar unos minutos en analizar todo lo que sucede alrededor de nuestras publicaciones. Hacedlo vosotros que podéis. Porque los comunicadores de hace veinte años os envidian… Y mucho.

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Engagement saves the like

Preocupado anda el patio digital con las nuevas leyes que regirán las redes sociales del poderoso Zuckerberg a partir del próximo año. Parece ser que el like va a desaparecer. Oh, wait… ¡Aunque no del todo! Cuidado con el sensacionalismo, las noticias rápidas, los titulares que buscan el click inconsciente y, en definitiva, las fake news.

Lo que realmente han decidido los gurús de la era digital es que los likes dejen de mostrarse a la audiencia. Solo eso. Pero tranquilos que uno mismo podrá seguir sabiendo cuántos tiene y de quién proceden.

¿Tranquilos? Quizás no tanto. Veremos a ver si al final esto iba más de postureo que de simple diversión. Y será entonces cuando descubriremos que nuestra autoestima, en realidad, se ve más afectada por las redes de lo que queremos (hacer) creer.

Porque si finalmente esta decisión se lleva a cabo, podremos valorar si lo que buscábamos era tener muchos «me gusta» por orgullo propio, o más bien por ojo ajeno. O por ambas razones, claro.

Lógicamente, el mundo no se acabará. Y menos el digital. Pero los especialistas ya están estudiando las causas y consecuencias de dicha decisión. ¿Realmente los magnates 2.0 se empiezan a preocupar por la salud mental de sus usuarios? ¿O se trata de dificultar la vida a los influencers para evitar el postureo llevado al extremo? ¿Y si quizás detrás de todo esto lo que surge es un nuevo sistema de algoritmos que beneficiará la economía de Facebook, Instagram y compañía?

Vivimos en tiempos líquidos…

Posiblemente, haya un poco de todo. Pero lo único seguro es que en estas cumbres de sabios del amigo Mark son plenamente conscientes que tanto Millennials como Generación Z (¿será de Zuckerberg?) necesitan cambios de vez en cuando, aunque no les gusten del todo. Es lo que tienen estos tiempos líquidos, como así los bautizó el gran sociólogo Zygmunt Bauman.

Y ahora que lo pienso… ¿No será todo una estrategia para potenciar la interacción a través de comentarios? Veremos si el engagement ocupa definitivamente el hueco que en pocos meses dejará el like.

Hola. Bienvenidos a be shared

Tras cuatro años de camino, nos hemos renovado construyendo una nueva web que recoge nuestra forma de ser y de compartir nuestras experiencias.

be shared. Ser y compartir. Dos bellos verbos que forman nuestra identidad. Porque el ser nos lleva a la esencia, tanto de una marca como de una persona. Y es en la esencia donde encontramos siempre la manera de crecer juntos. Lejos de tener, preferimos ser, para así centrarnos más en la persona y en la parte humana que todas las marcas poseen y, a menudo, desconocen.

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Solo conociendo esta esencia podremos entonces ayudar a compartirla para llegar más lejos, a las personas adecuadas y de manera idónea. Compartir es el mejor camino para comunicar y comunicarse, y nosotros queremos estar cerca de nuestras marcas para así construir mensajes ágiles e innovadores.

Nuestro método es sencillo. Primero nos conocemos, después planeamos y, finalmente, gestionamos. Siempre con mentalidad holística e integrando en todo el proceso nuestra parte digital, creativa, comunicativa y formadora. Con transparencia y reciprocidad, ofreciendo un trato realmente personalizado.

Construyendo nuestra web nos hemos dado cuenta de lo que significa para nosotros ser y compartir. De lo que hemos conseguido durante estos años a través de estos dos verbos que nos han llevado a obtener la confianza de numerosas marcas. Un precioso camino que podréis encontrar en nuestra página a través de cuatro pilares. Los Casos, que muestran nuestro trabajo de una manera directa. El Insight, que nos permite estar al día de las últimas novedades, ya que nunca paramos de formarnos y de formar. El Método, como origen de toda estrategia. Y nosotros, porque somos seres creativos y digitales con la necesidad de compartir nuestra pasión.

7 consejos para crear una estrategia de marca en las redes sociales

¿Cómo crear una estrategia en las redes sociales? Aquí encontraréis siete consejos que desde el equipo de be shared queremos compartir con vosotros para que podáis comenzar la casa por la base, y no por el tejado. Lo más importante siempre es asentar una base sólida para después poder comenzar a construir valor de marca a través de las diferentes plataformas.

1. El primer paso a dar es realizar un análisis de la situación, a modo de DAFO donde conocer más de cerca cuál es nuestra situación. Al mismo tiempo, es bueno conocer qué es lo que está haciendo nuestra competencia. Piensa también en la formación de tus empleados, ellos son lo más importante de tu compañía. En muchas ocasiones, lo más difícil para una pyme es cambiar la cultura comunicación de la empresa y dar el paso a la transformación digital.

2. Define, si todavía no lo has hecho, cuáles son los valores de tu marca, qué tipo de personalidad vas a tener en las redes sociales, cuál va a ser tu propósito de marca, qué tonos utilizarás en función de las situaciones (seguro que no utilizas el mismo ante una crisis que un día de celebración), y sobre todo comienza a dibujar cuál es la imagen de marca que quieres transmitir, es decir, cómo quieres ser vista ante los diferentes públicos.

3. Comienza a pensar en la que será tu audiencia e intenta entender sus comportamientos y hábitos de rutina. Acércate a ellos, visitando los lugares o espacios que recorren. Solo así podrás definir una estrategia adaptada a lo que busca tu público. Desde el primer momento tienes que marcarte unos objetivos reales…no lances ‘bombas de humo’ porque acabarán explotando en tus manos.

4. Pensado en tu audiencia define en qué medios sociales vas a estar presente. No abarques más de lo que puedes…Rodéate de un buen diseñador y de un excelente programador, pero sobre todo de mentes libres y creativas.

5. Desarrolla contenido de calidad…y trabaja, esfuérzate al máximo y siente amor por todo lo que haces. Piensa en todo momento qué es lo que necesita tu audiencia,  no pierdas su rastro… Preocúpate más por ellos, y menos por ti.

6. Coge una regla y comienza a medirlo todo. Comienza a mostrar interés por el ROI. De cara a los jefes de tu compañía este es el punto más importante. Ellos querrán saber qué has conseguido con tus horas de trabajo y dineros invertidos. El reporte que presentes tiene que ser muy sencillo, con datos estadísticos, y mostrando el alcance de tus acciones 2.0.

7. Testimonios. Tienes que conseguir historias de tus followers agradeciendo tu trabajo. Para ello, antes tienes que trabajar mucho, interactuar con ellos, crear una comunidad de “seguidores” cercanos a la marca. Aprovecha aquellos momentos en los que el sector donde reside tu marca está en un momento álgido de comunicación. Durante esos días todos buscarán cómo comunican las marcas que están dentro de ese sector, y fidelizarán con aquellas que mejor lo hagan. Antícipate creando contenido para estas fechas destacadas en tu calendiario de publicaciones.

Valor de marca: de lo corpóreo a lo emocional. El amor es así

No sé si me arriesgo mucho cuando digo que las redes sociales han obligado a las marcas a sacar a flote su lado más emocional. Antaño, el consumidor necesitaba saber qué vendía la marca y qué características técnicas poseían los productos de la misma. Ese era el valor de marca de entonces. El saber transmitir su parte más corporal. Y seguramente ahí moría. El resto, las emociones, las experimentaba cada comprador en casa. Y, desgraciadamente, no las podía expresar. Sólo para sus adentros quedaban todos esos sentimientos.

Entonces llegó la nueva era. Una era sostenida por dos grandes pilares. Primero, el de la interacción constante entre marcas y consumidores. Y segundo, el de la sobreinformación. ¿Repercusión? El futuro comprador está saturado de información sobre una marca y otra con un simple abrir y cerrar de Smartphone, y además puede expresar qué opina y cómo se siente. El consumidor lo sabe todo de tu marca; tus características, tus precios y tus puntos débiles, entre otros muchos factores. Pero todavía hay algo más importante.

corazón valor de marca

Él espera de ti no sólo que le muestres quién eres, sino también cómo te sientes. Necesita más, porque ya no le vale ver tu cuerpo al desnudo. A partir de ahora te valorará por lo que le hagas sentir, y además te dirá que ha sentido él. Y ahí radica la interacción. En que marca y consumidor se cuenten cómo están. Que ambas partes pasen de la primera cita, la de la atracción corpórea, y buceen en sus interiores. Solo así se establecerá una relación de iguales. Quien te compre ya no lo hará tanto por tu cuerpo, sino por tu capacidad de hacerle emocionar. Porque al final es lo único que él también te puede explicar. Qué sensaciones le despiertas, si se siente bien contigo.

Pero aquí no termina la labor de las marcas. Aquí es donde probablemente se diferencie el valor de marca. En la comprensión y gestión final que se le da a las emociones del consumidor que el producto le ha llegado a despertar. El amor es así.