Marca Personal | Pablo Hernández

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La inteligencia artificial, tu identidad y la búsqueda de la verdad

Estamos en la batalla por poner en valor la realidad y la verdad. Es el turno de que empresas y directivos salvaguarden lo que verdaderamente son

Hace un rato he entrado en una web que crea vídeos con inteligencia artificial (IA) y he subido una foto que previamente he descargado de internet. No es una foto al azar, es la del CEO de una importante empresa de España.

He introducido un texto y, tras unos segundos, se ha generado un audiovisual en la que el CEO habla sobre las virtudes de la competencia. La voz no es la del directivo y se nota que la boca no se mueve a la par que lo que el audio expresa. Cualquier persona no inmersa en la brecha digital y que conozca la existencia del deepfake se da cuenta rápidamente de la falsificación.

Este es el germen de la accesibilidad de cualquier usuario novato -como yo- a programas gratuitos de inteligencia artificial para crear vídeos. Si eres directivo, yo podría haber usado tu foto. Y si no lo eres, también la podría haber usado si tu imagen está en internet. Este software me impide crear vídeos con personajes públicos y famosos como Donald Trump o el Papa Francisco pero no paraliza mi tarea si la fotografía que uso es la tuya, que no eres pontífice ni magnate millonario. O eso creo…

La identidad digital de directivos y perfiles profesionales todavía no está completamente desarrollada. Muchos de ellos no generan contenido de manera habitual en las redes sociales y plataformas de vídeo y ello puede ser usado por personas con malas intenciones que tengan el propósito de suplantar la identidad online de cualquier persona con algún tipo de relevancia empresarial, política, deportiva o religiosa.

Hace un tiempo conocimos el vídeo que suplantaba la identidad de Barack Obama y con el que se lograba que el expresidente estadounidense pronunciara palabras que jamás había expresado. Ello llevado a otras esferas y en personas no tan conocidas puede desembocar, además de en memes o bromas, en malos entendidos, crisis de reputación empresarial o caídas en bolsa.

Pero, ¿qué hacer para evitar que suplanten mi identidad en internet? La respuesta es rápida: nada. A día de hoy no existe una regulación que impida que un usuario tome una foto y cree un vídeo falso con tu rostro. Sí que se puede denunciar ante las autoridades a nivel nacional o a través de la tediosa burocracia de la atención al cliente de la mayoría de plataformas digitales. Pero si la persona que ha creado la imagen vive, por ejemplo, en Vietnam y nosotros en Europa, el camino por recorrer para que ese vídeo o foto falsa sea eliminado tiene muchos kilómetros. La viralización en internet ya sabemos lo fugaz que puede llegar a ser.

Pero que no cunda el pánico. Lo que sí podemos hacer es tener una presencia en internet bien cuidada y desarrollada que haga que los usuarios sepan en qué canales digitales encontrarnos si tienen dudas en relación a un vídeo o fotografía que hayan encontrado en internet, que les haya llegado a través de aplicaciones de mensajería como WhatsApp o Telegram, o hayan visto en redes sociales como Twitter, Instagram, TikTok o Facebook. Esta presencia digital ayudará a que cualquier persona pueda cotejar o contrastar un contenido antes de llevarse las manos a la cabeza tras ver algo que a todas luces parece falso pero genera duda.

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Algunas ideas para proteger nuestra identidad digital

  • Activa tu presencia digital en las plataformas de internet más reconocidas como LinkedIn, Twitter, Youtube o Instagram. Será tu lugar online en el que relacionarte con tus seguidores y públicos de interés. Si es posible, haz que tu nombre de usuario sea el mismo en todas las redes sociales.
  • Cuida esa presencia. Comparte contenido de forma habitual vinculado a tus áreas de conocimiento, territorios y palabras clave vinculadas a tu marca personal. Añade fotografías y vídeos propios si lo deseas y hazlo, sobre todo, si eres un perfil público y deseas ser reconocido.
  • Comparte tu presencia digital tanto dentro como fuera de la Red. Invita a otras personas a seguirte en las diferentes plataformas en las que estás presente, suscita comentarios e interactividad para alcanzar un mayor engagement. Así irás creando una comunidad activa que podrán convertirse en tus embajadores de marca en caso de crisis de reputación.
  • Involúcrate. Sal de tu propio perfil en redes sociales y participa en la conversación en otras páginas, perfiles y grupos. Déjate ver y haz que fluya la conversación y el diálogo. Sé emisor y receptor en todos los lugares posibles.
  • Sube contenido de valor. Planifica en la medida de lo posible tus publicaciones. Establece un calendario para compartir, por ejemplo, informaciones y opiniones una vez a la semana. Usa hashtags y cuida la calidad del contenido de texto, imagen o vídeo que vayas a compartir.

Tu identidad digital se comenzará a posicionar en la web si cumples estos pequeños pasos. Es una tarea que debe ser constante y duradera en el tiempo.

Grandes compañías como Google, Microsoft o Alibaba ya han presentado sus inteligencias artificiales. La IA accesible para todos sigue evolucionando y precisa de una regulación por parte de las instituciones supranacionales como la Unión Europea y los gobiernos de países. Italia ya ha bloqueado algunas herramientas de IA en su territorio y Estados Unidos ha anunciado que trabaja para poner orden en este libre albedrío. El peligro de la IA, entre otros, es que va adquiriendo conocimientos que le proporcionan millones de personas en todo el mundo, incluyendo datos personales sin que las personas hayan dado su consentimiento.

Aunque el bloqueo global parece una práctica tan utópica como poner puertas al campo, quizá pronto haya que usar una VPN para conectarse y poder usar la inteligencia artificial tan fácilmente como en los últimos meses.

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La verdad frente a la respuesta rápida

La inteligencia artificial busca dar una respuesta al usuario basándose en redes neuronales, algoritmos e información que encuentra en la Red, pero, a diferencia del ser humano, no busca la verdad. De hecho, hay servicios de IA que se inventan el contenido, como el caso del diseño de imágenes que proporcionan herramientas como Midjourney, o textos basados en la mentira como los que, en ocasiones puntuales, presentan plataformas como ChatGPT de OpenAI. Esas invenciones son justificadas como “alucinaciones” o “sueños” de la herramienta.

Que la sociedad confíe en una inteligencia artificial que deja de lado la ética, la moral y, al fin y al cabo, la humanidad es peligroso. La IA se debe emplear con sentido común sabiendo que unas veces ofrecerá la verdad pero quizá otras veces no. Es igual que en relación a cualquier medio de comunicación, muchas veces no emite información y hace propaganda.

Estamos en la batalla por poner en valor la realidad y la verdad. Es el turno de que empresas y directivos salvaguarden lo que verdaderamente son. Es el turno de que lo salvaguardes tú. Cuando una persona duda, es algo bueno pues denota que está buscando la verdad.

Por cierto, este texto fue escrito por una persona y no por una IA. Veremos si la próxima vez ocurre lo mismo.

Pablo Hernández

Consultor de comunicación digital