No hay marcha atrás. Todos y cada uno de nosotros somos una marca. En el momento en que se cumplen 20 años de la primera vez que se habló del concepto de ‘personal branding’ todos los profesionales, independientemente del sector, se encuentran ante un cambio sin precedentes. Y esto ha venido causado, principalmente, a la sobreexposición que tenemos hoy en día a través de los canales digitales.
Hasta ahora siempre ha sido importante cuidar la imagen, pero en este momento es más que necesario mantener su coherencia tanto dentro como fuera de la red. Sí, ahora podríamos aventurarnos a decir que hemos pasado de ser ‘un mero número a ser una marca’, con todas las connotaciones que eso implica.
Estamos oyendo hablar mucho en el último año de la importancia de construir una marca personal, pero es verdad que si queremos seguir creciendo profesionalmente debemos mostrar más atención a nuestra reputación digital. Esa impresión que hemos ido dejando hasta ahora en el corazón y/o en la mente de muchas personas a lo largo de nuestra vida, ahora también lo estamos haciendo a través de las redes.
Al igual que las marcas comerciales, nosotros también generamos vínculos emocionales con otras marcas personales, y ellas también guardan en su ‘memoria’ imágenes o impresiones acerca de nosotros, aunque ambas marcas personales todavía no se hayan ‘desvirtualizado’.
Y después llegaría ese momento esperado en el que la marca personal te ‘desvirtualiza’ y dice: “Eres igual o mejor que como se te ve en la parte virtual”. Eso quiere decir que tú, marca personal, estás yendo por buen camino. Que llevas la dirección correcta. Que todo tiene una misma coherencia y criterio tanto en la parte digital como en la parte offline. Que tu imagen y el tono de tus palabras coincide dentro y fuera de las redes.
A estas alturas, la pregunta que deberíamos hacernos cada uno de nosotros es: ¿cómo quieres ser encontrado/visto, y en qué lugares o situaciones? En función de cómo trabajes tu marca personal, y en qué temáticas trates de posicionarla, facilitarás al resto cruzarse antes o después con tu huella digital.
Las 5P’s de la marca personal
1. Personalidad
Apóyate en tus rasgos, carácter y capacidades para definirte a ti mismo. No obstante, acércate también a los que “mejor te conocen” para que te aporten su punto de vista. En la personalidad de la marca deberás definir cuál es tu imagen, y el tono de tus mensajes. Y, por supuesto, deberás proyectar tus valores de marca personal.
2. Promoción
Una vez que hayas definido tu marca, tendrás que pensar en una estrategia para darte a conocer, es decir, para posicionarte en aquellos territorios en los que estás interesado. Recuerda: ¿qué recursos tienes para hacer marketing de ti mismo? Piensa que tu marca personal te acompañará siempre en el camino, así que mide tus fuerzas.
3. Planificación
Paralelamente a la estrategia tendrás que diseñar una hoja de ruta de tus contenidos de marca personal. Una vez hayas elegido los canales, tendrás que ver el número de publicaciones y la frecuencia en los canales digitales elegidos para desarrollar tu proceso de personal branding.
4. Perseverancia
Solo con una buena planificación podrás ser constante en tus comunicaciones. Al estar siempre cerca de tus públicos en la red te hará ganar resonancia, credibilidad y confianza. Y, seguramente, te permitirá convertirte en un referente de tus temáticas o territorios de marca.
5. Proactividad
El éxito se acerca a las personas constantes y proactivas. Anticiparte hará que veas las oportunidades antes que otros, que estés al acecho de lo que ocurre a tu alrededor. Dibuja un calendario de fechas con potenciales acciones para tu marca personal a lo largo del año, y comienza a ver aquello que a muchos otros todavía ni se les ha ocurrido. Siendo proactivo conseguirás diferenciarte, y acabarás siendo un “generador de tendencias”. Sí, un auténtico visionario.