El recientemente publicado Barómetro de Confianza 2024 de la agencia de comunicación Edelman no funcionaría como el bálsamo que necesitábamos después de un 2023 repleto de cambios traccionados, en gran medida, por avances tecnológicos y la irrupción de la IA en prácticamente todos los ámbitos de la vida.
La 28º edición del estudio recoge las respuestas de una encuesta online realizada a 32 mil personas de 28 países diferentes en noviembre del 2023. Sus resultados revelan una interesante paradoja: todos los beneficios que esperábamos como resultado de la innovación, tendrán un efecto directo en el nivel de confianza de las audiencias.
La otra cara de la moneda de la era de la prosperidad que nos promete la innovación estará marcada por una creciente inestabilidad social y polarización política.
Un resumen de las conclusiones del Barómetro de Confianza de Edelman 2024
Algunos de los puntos más destacados del informe son aquellos que hablan sobre el deterioro de la autoridad y las preocupaciones que genera en la sociedad el desarrollo tecnológico. A continuación, analizaremos algunos de los resultados más relevantes de los 4 capítulos del informe.
1. El declive de la autoridad
Según los resultados del Barómetro, las figuras que históricamente han servido como entes de referencia están perdiendo confianza. Los gobiernos son percibidos como las instituciones menos éticas y competentes, seguidas por los medios, que tampoco han conseguido buenos resultados en estos indicadores. En contraposición, las ONGs, en primer lugar, y las empresas, en segundo, han sido las que mejores resultados han conseguido en estos aspectos.
Si en algún momento las compañías con sede en las potencias mundiales funcionaron como fuentes de autoridad que inspiraban confianza, el análisis de Edelman de los últimos 10 años muestra una profunda disminución de esta percepción. El Barómetro 2024 también señala que ya no se confía en que los líderes del establishment digan la verdad, incluyéndose en este grupo a los funcionarios, empresarios y periodistas.
En este escenario, los resultados del informe muestran que hay una dispersión de la autoridad, en donde la confianza en los discursos de los científicos sobre nuevas innovaciones y tecnologías aparece al mismo nivel que la confianza en los discursos de los pares sobre estos temas.
2. La innovación y los gobiernos
El segundo apartado del informe, que pone el foco en los gobiernos y la política, indica que la mayor parte de las personas perciben que se cierne una profunda presión política sobre la ciencia. Además, creen que los gobiernos carecen de competencia para regular la innovación de manera efectiva.
Aquellos que piensan que la innovación está bien gestionada son minoría. Por otro lado, en los países occidentales existe un rechazo de índole político a la innovación.
En paralelo, entre las personas que perciben que hay una mala gestión de la innovación existe una percepción generalizada de que la tecnología y la sociedad están cambiando demasiado rápido, y no necesariamente en una dirección beneficiosa para la humanidad.
3. Hacia una nueva era de la comunicación científica
El tercer capítulo del informe plantea la necesidad de “resetear la ciencia en la sociedad”. Y es que una de las raíces de la pérdida de la confianza se encuentra en los problemas vinculados con la comunicación. Por eso una de las soluciones que propone el estudio es la apuesta por un discurso transparente y que sea capaz de explicar el impacto que las innovaciones tendrán en la población.
Los protagonistas de esta nueva era deberían ser los científicos y expertos con perfil técnico. Ellos son quienes deberían estar a cargo introducir la innovación al gran público. Sin embargo, el 45% de las personas creen que los científicos no están preparados para comunicarse con personas como ellas. Posiblemente ese sea el motivo por el cual 6 de cada 10 encuestados dicen que su fuente principal de información sobre nuevas tecnologías e innovación son los medios online.
4. Restaurar la confianza en la promesa de innovación
En la última sección, el informe señala que es más probable que los encuestados adopten una innovación si confían que conducirá a un futuro mejor. Esto indican los datos del Barómetro cuando muestran que, en la última década, ha crecido la demanda de alianzas entre los gobiernos y el sector privado para la implementación de cambios tecnológicos.
Como parte de la restauración de la confianza en la innovación, también aparece la creciente importancia del rol de los CEOs en la gestión de los cambios que ocurren en la sociedad, y no solo en sus empresas.
A la deriva
El estudio de Edelman ofrece un gran número de datos y resultados que evidencian lo desamparada que se siente la sociedad frente al rápido avance de la innovación. Por eso, a partir de este análisis, es necesario preguntarse por el rumbo que están tomando los avances tecnológicos, y si vale la pena seguir profundizando en modelos que generan desconfianza en la población.
