Recientemente coincidí en el transporte público con dos adolescentes que conversaban sobre su vida cotidiana. Una actividad diaria que para la mayoría de su generación está marcada por su presencia digital en las redes sociales.
«Lo vi en stories«, «puso una story«, «lo subí a stories«… Para quien desconozca la definición de este anglicismo en las plataformas digitales, se trata de un contenido en formato de imagen o vídeo que se puede publicar en Instagram y que puede ser visualizado durante las 24 horas posteriores a haber sido compartido.
Este modo de difusión de contenido lo podemos ver también en Facebook, TikTok o WhatsApp, donde cada vez más personas se suman a tener una participación activa, mientras que otras se limitan a mirar aquello que difunden sus contactos.
Esta práctica de subir stories no es un hábito que solo tienen los adolescentes. Las marcas también se expresan de manera efímera para impactar a sus seguidores en el periodo limitado de un día. Un goteo diario de historias en formato vertical que los usuarios verán fugazmente, que es difícil de difundir más allá de las propias plataformas y que, pasados unos días, nadie recordará.
Este formato momentáneo es necesario para que cualquier empresa, persona o institución potencie su imagen de marca de una manera constante. Sin embargo, no se debe obviar la creación de contenido más largo y elaborado que tenga un mayor recorrido, permanezca en el tiempo, inspire y las personas lo encuentren desde, prácticamente, cualquier lugar del mundo gracias a Google y a una buena estrategia de posicionamiento SEO.
Cómo generar valor en el contenido de una web corporativa
Mientras tú estás leyendo este texto, millones de adolescentes -y no tan adolescentes-, en todo el planeta están subiendo stories a internet para narrar sus vidas. También lo están haciendo miles de empresas. A nivel corporativo, institucional o de personal brand, es momento de generar un valor añadido a través del contenido.
Para ello es importante elaborar una estrategia de comunicación planificando qué territorios de marca y palabras clave asociadas a nuestros objetivos como empresa queremos posicionar.
¿Cómo hacerlo? Nos ayudará, entre otros aspectos, tener un blog dentro de nuestra web. Este espacio hará que nuestra presencia digital sea más dinámica, con contenidos actualizados en texto, imagen y vídeo. Dará un toque de frescura al sitio web oficial con artículos alineados con la identidad corporativa, pero no tan estáticos.
¿Qué puedo publicar en un blog corporativo?
Existe una amplia diversidad de contenido que podemos publicar en el blog de una empresa:
- Entrevista a un empleado que cuenta el día a día de su trabajo, de sus aficiones fuera de la empresa o de sus aspiraciones en la vida. Esto ayudará a humanizar la marca y a atraer talento.
- Un post para dar respuesta a una duda relacionada con un aspecto vinculado a lo que hace nuestra empresa. Por ejemplo, si somos una empresa fabricante de camiones, podemos publicar un artículo sobre cómo transportar productos refrigerados y en él explicar cómo funcionan nuestros servicios.
- Mostrar las acciones sociales que implementa la compañía. Este contenido fortalecerá la reputación de nuestra empresa, institución o marca a nivel de RSC, algo cada vez más demandado por todos los estratos de la sociedad, tanto si nuestro negocio es B2B como B2C.
Tener una estrategia de storytelling es clave, y trabajar en la diferenciación al compartir el contenido puede marcar la diferencia. La Red está llena de inputs y hemos de lograr que nuestra marca destaque y no sea igual que las demás. No subas historias, cuéntalas.