En los últimos años, las redes sociales han desempeñado una de las principales funciones de la televisión durante la década de los años 80: entretener y dinamizar nuestra sociedad. Los canales sociales se han convertido en una fuente infinita de contenidos con los que poder interactuar de una forma más directa y participativa.
Un escaparate con nuevas celebridades a las que admirar y seguir; un espacio virtual en el que poder expresar opiniones y compartir parte de nuestra vida con los demás. Dentro del cambiante y emergente ecosistema de los social media, una de las redes que más ha logrado destacar es Youtube.
El 14 de febrero de 2005, Youtube fue registrado como sitio web con el objetivo de convertirse en una plataforma colaborativa de subida de vídeos. Un canal capaz de brindar a usuarios de todo el mundo la posibilidad de visualizar y subir vídeos de forma gratuita. En realidad, su mayor logro fue democratizar el acceso al vídeo en Internet, permitiendo a las personas de a pie convertirse en auténticos generadores de contenido audiovisual.
Quince años después, Youtube se ha convertido en la tercera red social más usada a nivel global –por detrás de WhatsApp y Facebook-, con 2.000 millones de usuarios en el mundo y un billón de horas de vídeo diarias.
Aunque todos coincidimos en que Youtube es la plataforma de visualización de vídeos por excelencia en todo el mundo, algunos tecnólogos aseguran que en los próximos años podría verse desbancada por Twitch.
En 2018, varios Youtubers vinculados al mundo de los videojuegos abrieron nuevas cuentas en esta red social y, aunque no abandonaron de forma definitiva la generación de contenidos en Youtube, empezaron a publicar de forma más periódica en Twitch.
Al parecer, la política de monetización de Youtube y los sistemas de posicionamiento de la sección de Tendencias han sido dos de las principales razones por las que ha tenido lugar este fenómeno migratorio dentro del mundo gamer.
La ofensa de Youtube a los gamers
En marzo de 2018, Youtube eliminó de la sección de Tendencias diversos vídeos y clips del streaming más seguido de toda la historia de la plataforma, una partida del videojuego Fortnite organizada por el influencer El Rubius, y donde participaron los youtubers más famosos del mundo. El evento online contó con 10 millones de espectadores, multiplicando por diez la audiencia de uno de los programas más vistos de la televisión (Sálvame), y acercándose a las cifras de la Eurocopa del año 2008 (15 millones de espectadores).
Un gran número de youtubers entendieron esta acción como un desprecio hacia sus vídeos. Una ofensa para todo el colectivo de gamers, que desde hace años subía contenido de forma habitual en esta red social, generando millones de visualizaciones en la plataforma y, por ende, millones de euros en inversión publicitaria por parte de las marcas.
Según el medio especializado What Mag, durante el año 2018 se observó un incremento de contenidos sensacionalistas en la sección de noticias. Para los internautas, estas acciones suponían graves faltas al compromiso por parte de Youtube al otorgar mayor visibilidad a aquellos vídeos que tienen más visualizaciones.
Los youtubers ganan más en Twitch que en Youtube
Otra de las principales razones por las cuáles los youtubers se están trasladando a Twitch, son los cambios en la política de monetización llevados acabo a partir del año 2016. Los creadores de contenido con menos de 4.000 horas de visualización no obtienen ninguna retribución por sus vídeos, debido a las modificaciones implementadas por la plataforma en este ámbito.
Por otra parte, mientras que en Youtube los ingresos de los creadores de contenidos provienen únicamente de la publicidad, en Twitch una parte de la monetización proviene de los anuncios y otra, de los subscriptores. Todo apunta a que, para los youtubers, las condiciones son infinitamente mejores en Twitch.
Twitch, una red social centrada en la comunidad gamer
El éxito de Twitch entre la comunidad gamer no es un fenómeno al azar. Años después de su creación en 2011 bajo el nombre de Justin.tv, sus creadores, Justin Kan y Emmet Shear, se dieron cuenta de que más de un 20% del tráfico de la plataforma procedía de las retransmisiones en directo de los gamers.
Cuando la página fue adquirida por Amazon en 2014, sus fundadores le cambiaron el nombre e iniciaron una completa transformación de la plataforma. Rediseñaron Justin.tv, adaptándola a las necesidades y peticiones de este colectivo. Entonces, Twitch se alzó como una plataforma de streaming en directo que no sólo tenía en cuenta a sus creadores de contenido, si no que les cuidaba otorgándoles una monetización justa.
Al contrario que Youtube, Twitch ha destinado una gran cantidad de recursos al desarrollo de estrategias de fidelización para los creadores de contenidos. Gracias al sistema de pago por subscripción, este fenómeno migratorio se ha traducido en un significativo incremento de sus ganancias.
Algunos apuntan a que otra de las razones del éxito de Twitch reside en su formato de vídeo. El hecho de que los vídeos sean en directo supone un menor trabajo para los creadores de contenidos, que se ven liberados de las horas de edición. Además, el formato en directo es más dinámico y colaborativo: los seguidores pueden interactuar con los gamers durante el streaming y recibir una respuesta inmediata.
Un futuro incierto para Youtube
Según el Estudio Anual de Redes Sociales de IAB Spain, los usuarios pasan alrededor de 1h. 40’ en Twitch y 1h. 39’ en Youtube. Datos como este avalan una nueva realidad: los youtubers están migrando a Twitch.
Esta nueva red social ha logrado una posición estratégica en el mundo de los videojuegos y ha jugado un papel fundamental en la popularización de los esports. Twitch ha convertido en auténticas celebridades a aquellos que transmiten contenido en su plataforma.
Ahora toca esperar y ver cómo responderá Youtube ante esta ofensiva, ¿logrará adaptarse a esta nueva tendencia y generar nuevas oportunidades para las marcas o se dejará desbancar definitivamente por Twitch?